A nosotras nos gusta actuar de cupido para ir enamorando clientes por la vida. Por eso te damos estos 10 tips, para que caigan rendidos a tus pies:
1. Hacelos sentir especiales:
Puede ser que a vos te contacten muchísimas personas por día, pero para ellos el contacto que tienen con tu marca es el único. No los hagas sentir como uno más del montón. Tomate el tiempo de responder cada consulta asegurándote de que tu cliente se sienta escuchado y bien atendido.
2. Nunca des nada por sentado:
No asumas que tu cliente sabe los procedimientos, horarios, canales de atención, etc. Lo que para vos puede ser obvio, para tu cliente no lo es. A pesar de que la información que está consultando puede estar en tu web o historias destacadas, brindásela de todas formas y recordale donde puede encontrarla a futuro si tiene dudas.
3. Personalizá:
No sólo con su nombre, sino con tratar de identificar cuál es la necesidad que te está planteando. Las respuestas automáticas son un gran aliado que nos hacen ahorrar tiempo, pero hay que usarlas sólo cuando la pregunta es genérica. Por ejemplo: ¿Cuáles son los horarios de atención?. Ahora si tu cliente además de preguntarte los horarios te consulta el costo de envío hasta su domicilio no le contestes con una respuesta automática que solo responda la mitad de lo que te consultó. Eso hará que tenga que repreguntar y lo que es bastante molesto. Lo mismo sucede con los reclamos, intentá dar una solución personalizada y no una empaquetada. Esto hará que tus clientes te amen fuerte.
4. Agradecé:
El contacto, la compra, la consulta. Cuando un cliente o potencial cliente te escribe para iniciar una compra, independientemente de si se da o no, agradécele. El sólo hecho de que piense en vos para escribirte o comprarte es un montón. Pensá en la cantidad de gente que hace lo mismo que vos y esa persona te está eligiendo. Hacele sentir que su solo acercamiento a vos te hace feliz.
5. Sorprendelos:
A veces un detalle inesperado puede ser una linda sorpresa y te puede hacer subir varios escalones hacia su corazón. La marca de agendas Paprika puso papel picado y caramelos masticables en las cajas de envíos de sus agendas. Al abrirlas nos sorprendimos y con ese pequeño detalle, que está al alcance de cualquier emprendedora, hicieron una gran diferencia. Usá toda tu creatividad para ver cómo podés sorprender a tus clientes, no es necesario gastar una fortuna.
6. Apelá a sus emociones:
Acordate que no vendés productos o servicios, vendés experiencias. Haceles ver cómo podés cambiarles la vida a través de tu marca. Nosotras no vendemos cursos o workshops, vendemos herramientas para que las emprendedoras puedan hacer crecer su negocio. En el caso de los contenidos digitales que hacemos para algunas marcas emprendedoras, lo que les damos es tiempo libre para enfocarse en otros aspectos de su negocio y la tranquilidad de saber que sus contenidos van a estar hechos. Pensalo de esa forma y asegúrate de transmitirlo así a tus clientes.
7. Reinventate siempre:
Si lograste un producto o servicio que se bueno, no te duermas en los laureles. Los clientes cambian y sus necesidades también. Lo que ayer les parecía genial hoy puede ser aburrido. Así como las redes sociales van cambiando todo el tiempo, las necesidades de los clientes también lo hacen. La primera aerolínea en ofrecer millas sorprendió a sus usuarios, hoy muchos años después que una aerolínea te ofrezca sumar puntos o millas es esperado, pasó a ser parte del servicio básico. Por eso buscar formas de reinventarse es la única manera de mantenerte vigente.
8. Nunca discutas:
Que no es lo mismo que siempre darles la razón. Ante un reclamo, correte del inconveniente y encontrá una solución sin sentirte atacada. No discutas mentalmente ni verbalmente con tus clientes. Si son groseros o agresivos mantené la calma, aléjate del agravio y respondele firme que en esos términos la comunicación no va a continuar. Mostrate dispuesta a encontrar una solución en conjunto y la gran mayoría de las fieras se calman ante esta actitud. Recordá esto: cuando uno no quiere, dos no discuten.
9. La venta nunca termina:
El servicio posventa es casi tan importante como tu producto o servicio. Hacete a la idea de que la venta nunca termina. Una vez que compró, ese es un cliente para toda la vida (y creenos es lo mejor que te puede pasar). Estando disponible para consultas, dudas o reclamos lo más probable es que este cliente entable una relación emocional con tu marca y vuelva a comprar. Por si no lo sabías, conseguir un nuevo cliente cuesta 10 veces más que mantener a los actuales. Con eso en mente, cuidá mucho a todos los que tenés.
10. Siempre escuchalos:
Tienen mucho que decir y opinar sobre tu marca. Pueden ser fuente de las mejores ideas e innovaciones. Si escuchas a tus clientes y les das lo que necesitan no hay forma de errarle. Con esto no nos referimos a hacer textual lo que el cliente quiere, como dijo Henry Ford: “Si le hubiera preguntado a mis clientes qué querían, me hubiesen contestado caballos más rápidos”. La realidad es que hay que escuchar las necesidades que te están planteando y evaluar las posibles soluciones que te brindan. Usá tu poder para discernir las buenas ideas de las malas y las necesidades que podés satisfacer de las que no.
¿Cuáles de estos tips aplicás a diario y cuáles pensas que tenés que mejorar?